María Larrosa Ortuño

María Larrosa Ortuño

María Larrosa Ortuño es licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y ha cursado el Máster en Agroecología, Desarrollo Rural y Agroturismo. La ambientóloga ha puesto en marcha un huerto ecológico, situado en el término municipal de Jacarilla, con el objetivo de dedicarse a la venta de frutas y verduras ecológicas. Se trata de un terreno de una hectárea de extensión en el que conviven frutales, hortalizas y un pequeño gallinero. La mayoría del terreno está ocupado por granados y una parcela dedicada al cultivo de hortalizas de temporada, con sistema de riego por goteo.

 

¿Cómo preparas el terreno para la cosecha?

Cuando voy a iniciar una plantación, esparzo una mezcla de estiércol de caballo y oveja. En la zona es complicado encontrarlo de origen ecológico, así que me aseguro de que como mínimo sea de ganado extensivo. Una vez estercolada la tierra, realizo caballones que relleno de humus ecológico de lombriz y el terreno queda listo para la plantación. Cuando los plantones están colocados en la tierra, añado purín de ortiga en el riego para ayudarlas en su desarrollo. Con una trituradora, reutilizo los restos de cosecha y del material vegetal procedente de la plantación, para producir mi propio compost.

 

¿De qué forma lo proteges de las plagas?

Tomo medidas preventivas, realizo prácticas culturales y utilizo productos de origen biológico cuando observo síntomas. Por ejemplo, dentro de las medidas preventivas utilizo infusiones y preparados vegetales, como la infusión de cola de caballo contra hongos. En cuanto a las prácticas culturales, desinfecto utensilios, planto aromáticas alrededor y entre el cultivo -las plantas leñosas, más vigorosas y perennes, están situadas en los bordes del huerto y las anuales, de menor tamaño y que no compitan con el cultivo, entre éste-. Además, realizo una eliminación manual de malas hierbas. Por su parte, aplico productos de origen biológico como Bacillus thuringiensis cuando observo la presencia o síntomas de la plaga.

 

El huerto se sitúa en la finca "El Manantial" del término municipal de Jacarilla

El huerto se sitúa en la finca «El Manantial» del término municipal de Jacarilla

 

¿Es más complicado luchar contra ellas de forma ecológica que con el uso de productos de síntesis química?

Cuando comencé con el cultivo de hortalizas era más complicado luchar contra las plagas y obtener una buena producción. Pero a medida que crece la fertilidad del suelo y mejora su estructura, las plantas son más vigorosas y la lucha se vuelve más sencilla. Además, el aumento de biodiversidad en la parcela ha supuesto que aparezcan multitud de depredadores y parásitos naturales que mantienen controlada la población de plagas.

 

¿Por qué apuestas por este tipo de agricultura?

 Se trata de un modo de vida. Lo que pretendo con este terreno es diseñar un lugar donde vivir de una forma saludable, respetuosa con el medio ambiente y en armonía con el resto de seres vivos que habitan en él. El cultivo ecológico requiere más dedicación que la agricultura convencional. Supone más esfuerzo en el cuidado de la tierra, en la eliminación manual de las plantas adventicias y en aumentar la biodiversidad -desde la plantación de aromáticas hasta la colocación de cajas nido para favorecer la presencia de fauna auxiliar-. Los cultivos son hábitats creados por el hombre en los que viven multitud de especies, por ello debemos ser conscientes de que nuestras actuaciones tienen repercusiones no sólo sobre nosotros, sino sobre otros seres vivos.

 

¿Cuál es la respuesta de los consumidores ante los alimentos?

Las verduras tienen muy buena aceptación y cada vez hay más gente que quiere tomar alimentos ecológicos. Los consumidores aprecian mucho más las propiedades organolépticas de estas hortalizas que las de las que adquieren en cualquier supermercado convencional. También, aprecian el hecho de que consumen un producto fresco, saludable y con un precio accesible.

 

¿Podrás vivir del huerto en el futuro?

Hoy en día es muy difícil vivir de la agricultura porque los precios de venta de los productos en el campo son muy bajos. Existe un margen muy grande entre este precio y el de venta al público. Yo apuesto por un modelo de consumo de cercanía que potencie el desarrollo rural. De esta forma, los alimentos pasan del huerto al consumidor y esto asegura la frescura del producto y  un precio más justo para ambos.

 

¿Por qué es importante potenciar el desarrollo rural?

Porque se estimula el crecimiento y progreso de las zonas rurales, se mejora la calidad de vida de sus habitantes y se evita su despoblación. Las zonas rurales concentran el sector de la alimentación y la base cultural de la forma de vida que hoy conocemos y cuentan con una gran riqueza ecológica. Apostar por su desarrollo, supone conservar ese patrimonio para las generaciones futuras.